viernes, 15 de noviembre de 2019

Beijing+25



La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995 (Plataforma de Acción de Beijing) es el programa más visionario para el empoderamiento de las mujeres y las niñas en todo el mundo. Creada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing, China (conocida como la mayor reunión de defensoras y defensores de la igualdad de género), la Plataforma de Acción de Beijing fue adoptada por 189 gobiernos que se comprometieron a tomar medidas audaces y estratégicas en 12 esferas de especial preocupación: pobreza, educación y capacitación, salud, violencia, conflictos armados, economía, poder y toma de decisiones, mecanismos institucionales, derechos humanos, medios de comunicación, medio ambiente, y las niñas.

En 2020 se cumples 25 años desde que la Plataforma de Acción de Beijing estableció el modo de eliminar las barreras sistémicas que impiden la participación igualitaria de las mujeres en todas las esferas de la vida, ya sea en público o en privado. A pesar de algunos progresos, el cambio real ha sido desesperadamente lento para la mayoría de las mujeres y las niñas del mundo. 
La conmemoración del 25º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, en 2020, es un punto de encuentro para insistir en alcanzar por fin los derechos humanos para todas las mujeres y niñas y se organizará en forma de una movilización mundial.

En la Reunión de Ginebra, 28 de octubre, estuvo Fórum de Política Feminista de Málaga representada por nuestra Presidenta Mar Castro, que nos resume el encuentro, que tuvo los siguientes puntos:

1. Prioridades de la sociedad civil para el proceso de Beijing+25 sobre derechos de la mujer e igualdad de género

El sistema económico patriarcal neoliberal y la obsesión por el crecimiento del PIB siguen siendo fundamentales para las políticas económicas y perpetúan los estereotipos de género. Las mujeres y las niñas siguen sufriendo desigualdades en el sector del empleo estructurado a lo largo de su ciclo vital. Las diferencias de remuneración, pensión y pobreza por motivos de género siguen siendo endémicas y el trabajo doméstico no remunerado sigue sin reconocerse en un modelo anticuado y arraigado. 

Las estrictas medidas de austeridad han afectado de manera desproporcionada a las mujeres, que ya se enfrentan a múltiples formas de discriminación: mujeres pobres, mujeres de minorías étnicas, mujeres de negras, mujeres con discapacidad y mujeres de edad. Además, en los Estados miembros de la UE existe una falta constante de sensibilidad a las cuestiones de género en los sistemas de bienestar y tributarios.

Los esfuerzos para lograr la igualdad entre mujeres y hombres en Europa están progresando a paso de tortuga. El Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE) ha elaborado un índice de igualdad de género (desde 2013), que mide la igualdad entre mujeres y hombres en seis ámbitos principales (trabajo, dinero, conocimiento, tiempo, poder, salud). En una escala de 100 (plena igualdad entre mujeres y hombres), hubo en 2019, un aumento de 1,2 puntos porcentuales desde 2015.

Nos informaron de las regiones (Asia Central: Kyrgyzstan, Uzbekistan y Tayikistán; Caucásicas: Georgia, Armenia y Azerbaiyán; Europa Oriental, Europa, Norte América, Balcanes occidentales y Turquía).

Tras las aperturas y primeras impresiones se crearon 25 grupos y subgrupos de trabajos por temas. 


2. Participación de las jóvenes feministas y fomento de la cooperación inter-generacional: 


La metodología consistió en dividirnos en los 25 grupos y hacer propuestas. En el grupo de trabajo sexual, no se llegó a consensuar nada, a pesar de llegar a la conclusión que todas coincidíamos en las propuestas, pero la mayoría no aceptábamos el término trabajo sexual. Las organizadoras decidieron amonestar a una compañera (solo por expresar correctamente su disconformidad con el término) y se finalizó el debate.

En cambio, en grupos como el de las mujeres rurales, se abordó el tema del aislamiento. En el de justicia fiscal, la importancia de hacer políticas financieras en cooperación.

En los movimientos de las mujeres trabajadoras estuvieron presentes varias organizaciones sindicales, que dieron prioridad a la necesidad de acabar con la precariedad laboral de las mujeres.

Las mujeres mayores hablaron del impacto positivo que ellas tienen en las familias.


Después todas las representantes de organizaciones de la sociedad civil, Feministas y activistas que luchan por la igualdad de género en toda la región de la CEPE, tomamos las calles para asegurar que los gobiernos rindan cuentas de los compromisos establecidos hace casi 25 años en la Plataforma de Acción de Beijing. Nuestras demandas serán compartidas en la reunión intergubernamental oficial, la Reunión de Revisión Regional de la CEPE Beijing+25, 29-30 de octubre, Ginebra, después de nuestro foro de la sociedad civil. Compartir las posiciones de las OSC independientes en la revisión de Beijing + 25 y preparar recomendaciones que se presentarán a los estados miembros de la CEPE.




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