¡Qué buenos minutos pasamos en la presentación del libro "La lactancia materna. Política e identidad" escrito por Beatriz Gimeno! Buen espacio, buenas compañías, buen formato y mejor ponente.
Beatriz nos resumió su libro y pudimos descorrer algo más de la cortina que el patriarcado nos coloca delante para no ver la realidad. Una realidad, una vez más, que asusta e indigna. Porque las mujeres avanzamos, pero este sistema de dominio hacia nosotras se reinventa constantemente. Y en este tema, de una manera sutil y sibilina de forma que no nos damos cuenta y, cuando por fin lo vemos, lo que comenzó poco a poco, va tomando una forma gigantesca que requiere de más y más trabajo desde el feminismo.
Madres que gestan para otros, prostitución, lactivismo o activismo prolactancia... Y lo vemos ahora porque Beatriz nos lo ha puesto encima de la mesa, pero comenzó a partir de los años 50 a partir de la Liga de la Leche, organización internacional fundada por siete mujeres católicas de Chicago, perteneciente al Movimiento de la Familia Cristiana, que describía la lactancia como "el plan de Dios para las madres y sus bebés".
La Liga de la Leche ha conseguido que su ideología se extienda por organizaciones internacionales, legislaciones, hospitales... y ha penetrado en las subjetividades de las mujeres. Esta ideología consiste en hacer creer firmemente que la única opción de alimento para las y los bebés es la leche materna, la cual se convierte en un "líquido de oro", un elixir sanador para todas las personas; y la leche de fórmula pasa a ser casi un veneno. Abundando más, dar la teta se considera la única forma de construir apego.
Además, la lactancia se recomienda a demanda y prolongada ("maternidad intensiva" o "maternidad total"), y se le añade el cohecho (cama familiar), el porteo (portabebés) y el parto natural.
El objetivo de esta ideología lo podemos deducir de sus consecuencias para las mujeres: largas bajas laborales o pérdida del trabajo, dependencia total de la criatura, que pasa a ser lo único importante, sentimiento de culpa cuando no se quiere o no se puede dar de mamar... Es decir, una vuelta a lo doméstico y una dejación de una misma para cuidar a otros. También se convierte en una marca de clase, ya que las mujeres trabajadoras con poco salario no pueden dedicar su tiempo en su totalidad al bebé.
Recomendamos su lectura para conocer más extensamente todo lo relacionado con el lactivismo (activismo particular de las madres expresando públicamente su defensa de la maternidad basada en esta lactancia en redes, blogs, etc.).
"Al poner la salud del bebé bajo la responsabilidad exclusiva de la madre, además de eximir de responsabilidad a las políticas públicas y a la sociedad en su conjunto, se consigue también un activismo inocuo para el sistema"
(Joan B. Wolf)
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